viernes, 29 de junio de 2012
El principito y el nativo digital (capítulo perdido)
El octavo planeta estaba habitado por un nativo digital. Tenía un smartphone en la mano y no cesaba de tocarlo con los dedos.
-¡Buenos días! -Dijo el principito.
-¡Buenos días! -respondió cortésmente el nativo, pero no alzó la mirada de su aparato. Las yemas de los dedos no cesaban de posarse en la pantalla.
-¿Qué haces? -preguntó el principito.
-Converso con mis amigos -contestó el nativo sin alzar la mirada.
-Pero estás sólo. ¿Dónde están tus amigos?
-Por ahí... Por allá... -contestó el nativo
-¿Vamos a mirar un atardecer?
-No puedo -contesto el nativo. - Estoy conversando con mis amigos.
-Pero estás sólo.
-No, algunas veces nos vemos en persona. Pero la mayor parte del tiempo nos comunicamos por aquí. Es mucho mejor, no tengo que ir a nigún lado y ellos tampoco.
-¿Y de qué sirve tener amigos si casi nunca los ves?
- Me ahorra tiempo.
-¿Tiempo para qué? -preguntó el principito
- Para conversar con mis amigos.
"Tal vez no vale la pena tener amigos -pensó el principito -si uno siempre va a estar sólo"
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