Tus brazos siempre se abren cuando
quiero un abrazo. Tu corazón comprende cuándo necesito una amiga. Tus ojos
tiernos se endurecen cuando me hace falta una lección. Tu fuerza y tu amor me
guían y me dan alas para volar.
Eres la única persona del mundo, que
siempre está de forma incondicional. Si te rechazo, me perdonas. Si me
equivoco, me acoges. Si los demás no pueden conmigo, me abres una puerta. Si
estoy feliz, celebras conmigo. Si estoy triste, no sonríes hasta que me haces
reír.
Una madre es capaz de dar todo sin
recibir nada. De querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio. Una
madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás la han
perdido.
Mi madre encuentra la felicidad cuando
yo la encuentro. Cuando yo vivo algo hermoso, lo vive a través de mi
experiencia. Mi madre reza por mí, incluso cuando yo sólo rezo por mi mismo. Mi
madre me daría el mundo entero si fuese capaz.
¡Gracias Mamá!
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