miércoles, 2 de mayo de 2012

Árbol de amigos




La amistad es una parte fundamental en la vida de todos los individuos, debemos fomentar en nuestros hijos tan importante valor y enseñarles que un amigo es aquel que te brinda apoyo en todo momento, que estará a tu lado en las buenas y en las malas y que nunca te dejará solo.

En esta ocasión elegimos un pensamiento sobre la amistad y los distintos “tipos de amigos” con los que uno se puede ir topando a lo largo de la vida, formando así un árbol de amigos.

Existen personas en nuestras vidas que nos  hacen felices por el simple hecho de haberse cruzado en nuestro camino.

Algunos recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar; a otros, los vemos apenas entre un paso y otro.

A todos los llamamos amigos… pero hay muchos tipos de ellos. Cada hoja de un árbol simboliza a uno de ellos. Las primeras brotaron de nuestros padres y nos muestran lo que es la vida.

Después los amigos hermanos, los hijos, con los que dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.

Pasamos a conocer toda la familia de hojas a quienes respetamos y  queremos bien.

El destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.

A muchos les llamamos “amigos del alma, del corazón”…son sinceros y verdaderos.  Saben cuando estamos bien, saben lo que nos hace felices...

A veces uno de esos amigos del alma se instala en nuestro corazón y entonces lo llamamos  amigo enamorado, este da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, agilidad a nuestros pies.

También están aquellos que son amigos por un tiempo, tal vez por unas vacaciones, unos días, unas horas. 

Ellos también logran poner  muchas sonrisas en nuestras caras durante el tiempo en que estamos juntos.

No podemos olvidar a los amigos distantes… aquellos que están en las puntas de las ramas del árbol, que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.

El tiempo pasa, el verano se va y el otoño se aproxima...

Entonces perdemos algunas de nuestras hojas.

Algunas nacen en otro verano, otras permanecen por muchas estaciones. Mas lo que nos hace más felices, son aquellas hojas que aún caídas permanecen a nuestro lado, alimentando nuestra raíz con mucha alegria, con recuerdos de momentos maravillosos del tiempo en que se cruzaron en nuestro camino.

Cada persona que pasa en nuestra vida es única...Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Ésta… es la mayor responsabilidad de nuestra vida…… la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.

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