La ansiedad es una respuesta de la mente y el cuerpo ante situaciones de angustia. Se presenta de diversas maneras siendo las más comunes el estrés, nerviosismo, intranquilidad y sensación de que “algo va a ocurrir”; la ansiedad puede llegar al extremo de producir taquicardias y ataques de pánico sin razón aparente. Los seres humanos canalizamos esa ansiedad por medio de diferentes conductas, algunas personas fuman, otras se muerden las uñas y existe una gran cantidad de personas que lo enfocan hacia los alimentos.
Por ansiedad por comer se entiende a ese “no tengo hambre pero quiero comer”. Son las ganas de llenar el vacío que sentimos dentro, con comida. Es cuando tenemos frente a nosotros nuestro platillo favorito y aunque no tengamos hambre, sentimos la necesidad de comerlo.
Nuestro cerebro relaciona tanto la sensación de placer que nos brinda el alimento con el bienestar emocional, que ante la presencia de ansiedad, nuestra respuesta inmediata es mitigarla con comida.
¿Cómo saber si estoy comiendo por ansiedad?
Se identifica con las siguientes situaciones:
- Gran parte de tu día lo inviertes en pensar qué vas a comer.
- Ya que están los alimentos servidos, te encuentras desesperado por comenzar a comer, aun cuando no tienes tanta hambre.
- Sientes que no disfrutas los alimentos que estás consumiendo.
- Durante el día haces viajes frecuentes al refrigerador o la alacena para ver que puedes picar.
- Comes cuando estás nervioso o estresado.
- Cuando comienzas una nueva dieta, terminas dándote atracones por pensar que estas restringiendo sus alimentos favoritos.
¿Cómo puedes modificar esta conducta?
- Fija horarios de comida y síguelos rigurosamente. Esto ayudara a no consumir alimentos entre comidas.
- Planea con antelación menús balanceados para la semana.
- Sírvete únicamente las porciones de alimentos que tu cuerpo necesita.
- Realiza ejercicios y actividades físicas como medio para liberar la ansiedad y el estrés. (El yoga es muy recomendable).
- Duerme de 7 a 8 horas al día.
- Identifica las causas reales de la ansiedad y acude con un profesional para resolver aquellas situaciones emocionales que detectes.
- Ponte metas a corto plazo y prémiate a ti mismo cada vez que cumplas una (ojo, los premios no pueden ser relacionados a comida)
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