viernes, 16 de marzo de 2012

¿Cómo contar un cuento?


Contar un cuento a nuestro hijo es como poner en funcionamiento cientos de piezas de un precioso mecanismo. Somos incapaces de explicar cómo o por qué funciona pero nos maravilla su precisión y compás. Del mismo modo, la conexión que se establece entre un adulto que cuenta un cuento y un niño que lo escucha tiene algo de mágia, pero es difícil explicar cuál es el misterio de esa unión que se establece entre ambos.
Muchos de nosotros somos narradores en potencia y, sin embargo, nos limitamos a leer una y otra vez aquellos cuentos de los que va haciendo acopio nuestro hijo, con un entusiasmo e interés que va decayendo por las dos partes.

Posiblemente esto ocurre porque nos faltan recursos, principalmente expresivos. Porque intuimos que hay algo que va más allá del relato, pero no sabemos qué es ni cómo presentárselo a ese niño que nos mira con la cabeza ladeada, agrandando los ojos y dibujando una inmensa sonrisa, dispuesto a convertirse en héroe, aventurero o mago y esperando que seamos nosotros los que le mostremos cómo hacerlo.
Es necesario transmitir un profundo conocimiento del cuento y no interrumpir la narración porque tenemos que releer el texto o detenerla porque no recordamos el final. Debemos tomarnos seriamente el cuento, por muy absurdo que parezca o por muchas repeticiones que haya y, si no nos gusta o no nos parece adecuado, intentar sustituirlo por otro.

El tipo de lenguaje empleado al contar un cuento tiene que estar relacionado con la edad que tiene nuestro hijo. Para despertar el interés de nuestros hijos en la narración hay que CONTAR el cuento NO LEERLO.


Si tu hijo quiere que le repitas una y otra vez el mismo cuento, hazlo. A veces los niños piden que se les cuente un cuento concreto porque presenta un conflicto, un protagonista, una situación ideal, etc. que el niño tiene muy presente en ese momento, por eso aconsejamos respetar la elección que haga del cuento que quiere escuchar.

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